Si has tomado la decisión de destinar una parte de tu casa para tener una cinta de correr y hacer algo de ejercicio al día, te damos la enhorabuena. Porque eso querrá decir que te preocupas por tu salud. El problema que puedes tener ahora es saber cómo elegir una cinta de correr buena. Hay muchas ofertas en las tiendas, y algunas pueden ser muy llamativas, quizá hasta estás pensando en una que acabas de ver. Pero, ¿realmente es la máquina que te hace falta? Hoy, te hablamos de las recomendaciones para elegir una cinta de correr.
¿Qué hay que tener en cuenta para comprar una cinta de correr?
Correr en una cinta se está convirtiendo en una costumbre en muchos hogares. Y las tiendas lo saben; por eso sacan ofertas de sus caminadoras para que la gente las compre. Pero has de saber que existen muchos modelos diferentes y eso implica que, quizá la que te iría perfecta para ti, en realidad no es la que estás pensando en comprar.
Por eso, aquí te vamos a hablar de lo que tienes que mirar antes de comprar una cinta de correr. Y son estas características:
El tamaño de la cinta
Sí, hay muchas que son «portátiles», o que ocupan poco espacio. Pero eso tiene un inconveniente, y es que tienen una cinta muy estrecha, o son muy cortas. Con lo que el ejercicio, o los entrenamientos que quieras hacer, se vuelven más difíciles de cumplimentar. Por eso, lo mejor es que, si lo que quieres es caminar o correr al día unos 6 kilómetros, tengas una cinta de andar de al menos 100×40 cm. Si vas a correr mucho más, que no bajen las medidas de 130x45cm.
Potencia
Si optas por una cinta de correr con motor, necesitas que este sea potente, ya que una vez que te subas, tiene que ser lo suficientemente fuerte para que la cinta se mueva debajo de ti. Y eso implica ver cuál es el peso máximo de la cinta. La mayoría de ellas están adaptadas para 100 kilos, pero cuando se pesa más, es necesaria una cinta más potente para evitar que pueda quemarse en cuestión de unos meses.
Amortiguación
La amortiguación tiene que ver con la comodidad a la hora de usar la máquina. Cuanto mayor sea, menos van a sufrir tus rodillas y articulaciones. ¿Y cómo sabes eso? Pues si hay un inicio suave, si a la hora de correr tienes seguridad para impulsarte y ser dinámico sin temer una desestibilización.
Inclinación
Otro punto importante a la hora de saber cómo elegir una cinta de correr es que esta tenga inclinación variable. La mayoría de las caminadoras son rectas, o a lo más con una leve inclinación, pero fija. debes buscar una que tenga ajuste dinámico, es decir, que puedas cambiar la inclinación porque así conseguirás sacarle un mejor partido a tu máquina en los distintos entrenamientos que realices (tanto presentes como futuros).
El panel de la cinta de andar
La consola, o panel, es el lugar donde se va a reflejar la velocidad a la que vas, la distancia que recorres, las calorías que llevas quemadas… También tendrás acceso a los botones que te permiten subir o bajar la velocidad, detener la máquina o establecer intervalos. Ahora bien, hay modelos más sencillos y otros más complicados de manejar. Así que aquí dependerá del uso que le quieras dar a la cinta de andar para buscar una más profesional o quedarte con una básica. Nuestra recomendación es que vayas a una de término medio o profesional, ya que sabes que esas no se te quedarán cortas en poco tiempo, mientras que las cintas más básicas, en un corto o medio plazo, ya no te rendirán y tendrás que invertir en otra.
¿Qué cinta para qué uso?
Ahora bien, al margen de todo lo que te hemos explicado antes, has de tener presente cuál es el uso que vas a darle a tu cinta de andar para decidirte por un modelo u otro. Y es que no es lo mismo si vas a usarla solo de vez en cuando, o si vas a hacer un entrenamiento intensivo diario en ella. Si lo que buscas es practicar y mantenerte en tu peso, con 30 minutos al día es más que suficiente, y por tanto no necesitas una máquina con gran potencia ni que te ofrezca mucho. Así que opta por las básicas. En cambio, si la práctica sí va a ser más regular, quizá para adelgazar, para ganar músculo, o para ponerte en forma, entonces sí vas a estar en ella al menos 45 minutos todos los días, y para ello necesitas una potencia de motor adecuada, así como la posibilidad de tener varios programas de entrenamiento e inclinaciones para sacarle el máximo provecho. Por último, si apuestas por entrenamientos de alta intensidad en la cinta de andar, entonces necesitas una profesional. Nos referimos a las que ofrecen programas diferentes, potencias altas y programas de entrenamiento muy variados, tanto de baja como HIIT.
Información útil sobre el uso de una cinta de correr
Además de todo lo que te hemos contado, queremos dejarte algunos puntos que debes saber sobre el uso de una cinta de correr.
¿Qué parte del cuerpo se ejercita con la caminadora?
Cuando te animas a andar o correr en la cinta de correr, la parte de tu cuerpo que más se va a ejercitar es el tren inferior. En otras palabras, hablamos sobre todo de las piernas, aunque también los glúteos se beneficiarán de ese entrenamiento, así como la espalda baja (lumbares) y, en cierto modo, la zona de las ingles.
Sin embargo, has de tener en cuenta que hay programas y ejercicios que pueden ayudarte a que, igual que se entrena el tren inferior, también lo haga el superior, por ejemplo con unas pesas en el cuerpo, con movimientos conforme se corre o se anda., etc., o con otras rutinas que pueden ejercitar otros músculos. Es por eso que los expertos recomiendan el correr como una actividad que ejercita todo el cuerpo, si bien lo hace de manera desigual, ya que donde pone más énfasis es en la parte inferior.
¿Qué diferencia hay entre una cinta de correr magnética y eléctrica?
¿Te has fijado que en las tiendas existen dos grandes modelos de cintas de correr? Son las cintas magnéticas y las eléctricas. Y no, no tiene nada que ver con que unas lleven un «imán» y otras no. Sino que van más allá. Nos estamos refiriendo a máquinas cuyo trabajo lo tienes que hacer tú, o aquellas que te «echan una mano» en ello.
En otras palabras, una máquina sin motor, donde todo el trabajo lo haces tú (mover la banda por donde caminas, ejercer más o menos presión para que corra más o menos, etc.), son las denominadas cintas magnéticas. Por su parte, aquellas que tienen un motor que nos ofrece velocidades diferentes, son las eléctricas. Unas y otras tienen ventajas e inconvenientes. Mientras que las magnéticas solo alcanzarán la velocidad que tú puedas darle, en las eléctricas te fuerzan a que tú te pongas al nivel de ellas; pero no hay duda de que las magnéticas te hacen «sudar» más porque todo el esfuerzo lo vas a realizar solo.
¿Cuál es mejor? Todo dependerá del uso que quieras darle. Queremos ayudarte a que la compra de tu máquina sea la más acertada. Por eso, ahora ya sabes cómo elegir una cinta de correr y en los aspectos que debes fijarte para hacer una buena compra. Que no te asuste invertir en ella, porque al final va a ser una mejora en tu estilo de vida. Cuanto mejor sea, más posibilidades tendrás de convertir el tiempo que dediques a entrenar en tu cinta de correr en una rutina y, con ello, ganar en salud y en una mejora física y mental que pocas otras cosas pueden conseguirlo. Con eso la amortizarás en muy poco tiempo.